Rocío.


“Bonitos ojos, bonito nombre” siempre la misma cantinela. Estoy harta de que sólo se fijen en mi físico, he de trabajar el doble para que terminen valorando mi trabajo. Todo el día visitando empresas con demasiados garrulos llevándolas ¿porqué se empeñan los hombres en querer ligar? Me resultaría mucho más fácil si se limitaran a hacer lo que hacen con los hombres, trabajar y como mucho hacer algún comentario sobre los fichajes de Florentino. Pero sería demasiado fácil, si me arreglo es que voy provocando, si voy demasiado formal, les parezco seria y fría.
Ultimamente soy yo quien llama la atención del despertador, no doy tiempo a que me llame a la hora establecida, hoy estaba estudiando Derecho Civil a las cinco de la madrugada. Demasiadas horas, demasiados cafés. Pero los necesito para mantenerme activa y llevar un buen ritmo de trabajo. A las nueve estaba en la oficina, siempre llego la primera. A las once ya iba por mi quinto café, éste el primero con el gerente de una empresa. Después otro y otro. Almuerzo lo que puedo, algo rápido, no hay tiempo para más y hay que continuar con el curro. Al llegar a la oficina uno de mis compañeros me felicita por haber sacado petróleo de un terreno valdío, me lo he currado a fondo. Llevaba la entrevista con el gerente a la perfección: dónde se había preparado; sus anteriores trabajos; gustos; equipo de fútbol; gimnasio. Toda la información es relevante para no meter la pata y para conseguir captar toda la atención del cliente. Una vez captada es el proyecto que le llevas quien ha de defenderse y hablar por sí mismo. Preparando los proyectos soy muy buena, se darles un toque especial que los hace diferentes a lo que les pueda presentar cualquier otro.
Al terminar en la oficina volví a mi piso con la única compañía del facebook, a través del que me llega el saludo de algún amigo o conocido de vez en cuando y así me siento acompañada. Puedo ver las fotos del último viaje de una de mis amigas, en todas sale con su novio y se le ve muy feliz. Pero volvamos a la realidad, no puedo perder el tiempo. Toca estudiar unas horas. Me encanta el Derecho, es la razón por la que me matriculé. Adoro aprender cosas, lo malo es cuando se acercan los exámenes y se me echa el tiempo encima, llegan los nervios, la falta de tiempo, los cafés para estirar el día y como consecuencia el temido e implacable cansancio.

Por la ventana se filtran rayos rojizos, el sol empieza a caer, ha llegado el momento más deseado del día. Me pongo algo cómodo y salgo a la playa. Me quedé con este piso por la cercanía con el mar. Me permite salir a pasear cuando estoy agobiada, me descalzo y camino por la orilla, justo por la línea hasta donde llega el mar. Siento la arena masajeando mis pies, el olor salado invade todo mi cuerpo. La brisa mece mi cabello y acaricia mi piel, puedo sentir sus caricias por el cuello. Caricias…¿Por qué será que siempre son los que menos me interesan los más interesados en quedar conmigo?. Supongo que miles de mujeres se preguntan eso mismo cada día. Supongo que ellos también tienen sus gustos e ilusiones, por eso no soy dura con ellos. Me hacen compañía, alguno es incluso entretenido y simpático, tal vez quede con él un día de estos si tengo algo de tiempo. Pero sólo me interesa como amigo, espero que se dé cuenta y no haya malentendidos.
Los pocos intentos de relación que he tenido han fracasado. Todos han terminado diciéndome lo mismo, “no tienes tiempo para mí, yo soy lo último en tu vida”. Lo más gracioso es que sé que tienen razón, pero si quiero ser realmente la dueña de mi vida he de trabajar duro para conseguir una posición en que no necesite de nadie para hacer lo que deseo.
¡Ahí está el chico que pasea al perro!, ¡que mono es!, parece simpático, siempre me sonríe al saludarnos. Alguna vez me he sorprendido imaginándome cogida por la cintura por esa mano grande y fuerte que tiene, como en las fotografías de algunas de mis amigas, pero por ahora no puede ser, he de volver a la realidad, al trabajo y los estudios.
Hace un par de días el chico simpático del facebook me comentó algo que me tiene reflexionando desde entonces, mientras le explicaba todo lo que llevaba hecho a las once de la mañana escribió,
“¿Realmente crees que la posición social o el dinero te harán feliz?
¿Acaso no estás renunciando ahora a ser feliz?”
Le respondí de un modo algo desairado, pero…¿tendrá razón?.

Comentarios

  1. Hay que saber vivir y saber sacar tiempo para todo... Dudo que a la larga la posición social sea lo que más le llena a uno...

    ResponderEliminar
  2. Sabes Jose? no hace mucho deje mi treabajo, por que poniendo en la balanza, preferia ser madre y mujer(no me gusta la palabra esposa, la detesto jajajaja) a estar todo el dia en la calle y a fin de cuentas no poder disfrutar lo que de verdad me llena, que es mi familia y mi vida, reconbozco que soy privilejiada por poder hacerlo, pero ahora me siento bien y a gusto conmigo misma.
    Un saludo artista

    ResponderEliminar
  3. Yo dejé mi trabajo para ser triple madre pues ya no podía sobrellevarlo todo, y me alegro mucho de lo que hice, de todos modos sigo trabajando esporádicamente en lo que más me gusta, maquillando y decorando tartas....
    Un besote

    ResponderEliminar
  4. a veces nos ocupamos el tiempo por miedo a tropezar nuevamente...hay quienes lo dedican a estudiar, otros a leer...así somos, hay una anecdota de un famoso ( no recuerdo quién era) que decía que no se había casado porque aún no le llegaba la hora y ya en le vejez, cuando le preguntaron Por qué no te casaste? contestó, porque se me fue la hora... así somos de absurdos..
    besitos, el post ha sido de reflexionarlo mucho.

    ResponderEliminar
  5. Qué valentía la de las mujeres. Mis respetos.
    Saludos y buen post,

    ResponderEliminar
  6. Pues yo dejé mi trabajo para ser madre, y ahora el trabajo no me quiere porque lo soy (madre).

    Me ha encantado coocer el fondo de esta mujer, y, de veras que la entiendo.

    besos.

    ResponderEliminar
  7. Cariño hola, buen relato, dejás entrever muchas realidades que nos permiten reflexionar.
    Un fuerte abrazo para vos, cuidate mucho, besitos.

    ResponderEliminar
  8. Es difícil ponerse en situación y hacer un relato desde la perspectiva femenina. ¿Ese detalle de estudiar derecho es un guiño autobiográfico?

    Estupenda narración que da muchísimo para pensar y debatir.

    ResponderEliminar
  9. Yo renuncié a la carrera profesional para ser madre, es injusto pero es así. Qué se le va a hacer.
    Aunque yo no cambio a mis Punchiscitos ni por mil ascensos :D
    Buen Post! ¿La dejarás ligar a la pobre con el chico del perro? ;)

    ResponderEliminar
  10. De mi se dice que soy una avariciosa, pero en cuanto a sentimientos, porque para mi es lo más importante de la vida. Y me da exactamente igual ser una don nadie mientras tenga a los que quiero cerca y pueda disfrutar de ellos plenamente. Prefiero eso, a un super trabajo, a un super sueldo y estar más sola que la una. Será que me conformo con poco para ser feliz. O será que cada cual busca su felicidad por diferentes caminos...

    Aunque yo pienso que la felicidad son como estrellas fugaces, que llega y con la misma se va... Y si estás demasiado pendiente en cómo ser feliz, quizás no veas pasar tus estrellas...¿no?

    No me hagas mucho caso, hoy estoy espesa jaja
    ¡Un besote!

    ResponderEliminar
  11. Muy lindo post... definitivamente nos hace pensar mucho como mujeres y como madres y esposas. Creo que primero querria ser madre luego mujer y luego esposa... aunque se que aun tengo mucho tiempo mas por definir.

    Saludos del otro lado del charco

    ResponderEliminar
  12. Una entrada muy interesante, me ha gustado :)

    ResponderEliminar
  13. A la mujer siempre le cuesta más el equilibrio. Nos metieron en la cabeza lo de "supermujer" y muchas tuvimos que ir rectificando el camino. Me gustó tu entrada. Un beso

    ResponderEliminar
  14. Sirve ver la vida del otro para darnos cuenta de nuestros propios errores y replantearnos varias cosas.
    Excelente

    ResponderEliminar
  15. He desembarcado en tu blog y leyéndote he pensado en cual lejano me suenan algunas de las acciones de Rocío. Deberé reflexionar en lo que me diferencia...

    Es difícil encontrar que, haciendo balance, has caminado por tus aspiraciones iniciales; casi todo tiene un precio, y el sacrificio puede no valer la pena ante vivir plenamente o dar la oportunidad de hacerlo!

    Recibe un saludo, J.

    Gracias.

    ResponderEliminar
  16. hola¡llevo tres dias queriendo entre en tu blog y nada.se me cierra solo.

    cuando lei esta entrada se me pasaron mil cosas por la cabeza. es de esas que hace pensar y es que yo soy un poco Rocio.y aun no logré cambiar todo lo que quisiera

    un beso

    ResponderEliminar
  17. Ya sabes lo que opino: primero está la obligación y después la devoción. Rocío no debe lamentarse por haber contestado de manera airada a su amigo, ni mucho menos por no tener una pareja con la que hacerse fotos como las de sus amistades (te digo, por experiencia, que luego da pereza cortarlas una a una). Con paciencia, toda recompesa llega. Besitos.

    ResponderEliminar
  18. Son las preguntas de la vida... esas que tienes momentos por la noche que te asaltan y te martillan...

    ¿Qué es ser feliz? es la pregunta.. ¿Cómo llegar a la felicidad?... ¿Qué quiero hacer con el resto de mi vida?...

    Son preguntas sin respuesta correcta...

    Gracias por tu escrito y tu reflexión.

    ResponderEliminar
  19. Es que las Rocío son mucho jejejeje. Me gustó, como siempre esta idea.

    Un buen finde.

    Rocío

    ResponderEliminar
  20. Cuando uno encuentra el camino para ser feliz hay que seguirlo, a veces el tren solo pasa una vez.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Recuerdos de un millón de vidas que viví contigo

Age quod agis

Despedida sin adiós