Una historia actual.


Marcos duerme bajo la atenta mirada de Juan, su padre, ajeno a todo aquello que hace se tambalee el mundo que lo rodea. Está tranquilo en la penumbra del dormitorio, con los brazos y piernas abiertos con el fin de tomar cada gota del frescor mañanero que se cuele por las rendijas de la persiana. Juan lo mira mientras se viste y no puede evitar que se le forme un nudo en la garganta ante las expectativas de futuro que se avecinan. Los pañales son muy caros; de la guardería prescindieron al mes de perder su empleo su esposa, se había convertido en un lujo; la ropa tiene que durar cada vez más, las camisetas que van quedando algo más cortas no son desechables; en su alimentación no escatiman ni un céntimo, todo es de primera calidad y así seguirá siendo mientras les sea posible. Junto a Marcos se encuentra su madre, Julia, que también duerme. Últimamente discuten con más frecuencia, la tensión se hace latente y provoca que estén irascibles. Ella perdió el trabajo a los siete meses de quedar embarazada, trabajaba con un contrato de obra y servicios y la empresa decidió prescindir de los suyos. Ahí empezaron los problemas y no han hecho más que agravarse desde aquel momento. La hipoteca no ha dejado de subir y cada mes hay menos cantidad para los gastos familiares. Se empieza por prescindir de las cosas más vanales: alguna salida, las cervecitas, el cine, renuncia total a viajes de ningún tipo. Más tarde, cuando se hace patente que con eso no es suficiente, se empieza a renunciar a comprar ropa, cuando se adquiere es por estricta necesidad y en el lugar más barato, se acabó el mirar la marca o el modelo. Estaban en ese momento cuando vino el recorte de sueldo a Juan, trabaja en una gran empresa automovilística y afortunadamente no se ha quedado sin trabajo, pero para ello los sindicatos tuvieron que acceder a recortes de sueldos. Lo justo para no llegar a fin de mes. Las comidas en casa de los padres de uno o de otro empezaron a sucederse con más frecuencia. Los padres de uno y otro comenzaron a ayudarles de la forma más discreta posible: un día les regalaban un queso; otros días llegaban de visita con tarteras llenas de comida diciendo que la llevaban para que la probaran; comprando mucha ropa a Marcos.
Juan termina de vestirse, coge su mochila con algo de ropa y la tartera de comida y tras besar a Julia y a Marcos con mucho cuidado para no despertarlos, se marcha al trabajo. Al escuchar el sonido de la puerta al cerrarse Julia se levanta, hoy tanto Marcos como ella saldrán muy temprano. No le ha dicho nada a Juan para no preocuparlo aún más, hace una semana estuvo en las oficinas de asuntos sociales del ayuntamiento, allí le dijeron que no hay ningún tipo de ayuda a la que pueda acogerse. A los dos días estuvo en la delegación de la Junta de Andalucía y obtuvo la misma respuesta. La funcionaria le dijo a modo de confidencia que no hay dinero para toda la gente que llega en sus mismas circunstancias. Hoy va al último sitio donde se le ocurre acudir en busca de ayuda, a la Iglesia. Julia ha vencido la vergüenza de pedir ayuda a fuerza de necesidad. Hará lo que sea necesario por su hijo y por su matrimonio. Entra en la Iglesia y pasa al despacho del viejo párroco. Es el mismo que los casó y el mismo que bautizó a Marcos. La trata con una amabilidad y delicadeza extraordinarias, le hace algunas carantoñas a Marcos, consigue hacerlo reír. Finalmente, tras escuchar atentamente a Julia, don Enrique la manda a las dependencias de Cáritas. Allí se dirige sin demora. Le sorprende ver una larga cola de personas que están en su situación. Marcos se inquieta en la cola.
- Es demasiado para un niño tan pequeño, ¿qué tiempo tiene? – Pregunta la voz de una anciana.
- Tiene seis meses. – Responde Julia, quien al girar para ver a su interlocutora descubre a doña Ana, la madre de su antiguo jefe.
- Pero…¿usted aquí?. - Julia no puede dar crédito a lo que ven sus ojos. Conocía a doña Ana desde hacía muchos años, pasaba con cierta frecuencia por la empresa de su hijo. Siempre fue muy amable con ella.
- Ya ves hija, a mis años y después de haber pasado una guerra y la hambruna que vino después me encuentro pidiendo para comer.
- ¿Cómo ha pasado? Su hijo es empresario…
- Para serlo lo arriesgó todo. La empresa funcionaba muy bien, pero conforme iba creciendo la crisis empezaron a menguar los pedidos. Hace unos dos años le avalé una ampliación del crédito. Pensamos que la empresa podría sobrevivir a la crisis con ese dinero, que sería suficiente. Pero el mercado en lugar de mejorar terminó por hundirse. Te despidió a ti y a otros más. Hace unos meses el banco se hizo presente, la empresa fue declarada en quiebra y aquí estoy yo. He perdido los pocos ahorros que tenía. Ahora vivo con mi hermana, el banco se ha quedado con mi casa.
- No sabe cuánto lo siento – dijo Julia realmente afectada, incluso se sentía culpable por haber pensado y hablado tan mal de su ex jefe.
- No te preocupes, saldremos de ésta. Dios aprieta pero no ahoga y siempre nos quedará Cáritas. - Terminó diciendo la anciana con una sonrisa mientras acariciaba con la punta de su dedo pulgar la pequeña nariz de Marcos.

Comentarios

  1. ¡Qué dura pero cuán real es esta historia! Muy buena.

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  2. Y esto esta pasando dia a dia a tantas personas que da miedo contarlos.
    Y nadie de los que tienen que hacer algo para evitarlo lo hace.
    Un saludete

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  3. El problema es que quien tienen que areglar esto no lo hacen, un saludo

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  4. Uffffffffff, hace dos días pase por delante de caritas y allí también había Muchas Julias,mcuhos Marcos y mcuhas Anas.
    Esperemos que esta crisis empiece a levantar, por que el futuro pienta muy negro.
    Un saludo Jose

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  5. Hola Joselop! Mil disculpas, no he leído tu relato, pero pasaba rapidín para avisarte que tienes un premio en mi blog.

    Beso y salu2.

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  6. desgraciadamente no es una historia irreal...estas cosas suceden y cada día más... pero bueno, siempre queda la esperanza de las almas que ayudan a los demás...creo que los verdaderos reyes del mundo no son los empresarios sino las ONG...
    Besitos José...
    me dejas pensativa.

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  7. Así es Jose.
    La realidad ahoga "caritativammente" a muchos.


    No sé si sabrás del concurso de relatos cortos del periódico "Ideal".
    Creo que podrías participar.

    ¿Te animas?

    Besos

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  8. Real historia que me deja un poco triste...

    Ayyyyy...esa corriente la venimos remando hace mucho tiempo acá...y cada vez se pone más pesada. Hogares deshechos, depresiones y padres que no pueden ayudar por su escasa jubilación y a los que los hijos tienen que recortarle la ayuda. Y ahora este crudo invierno con la gripe enseñoreándose, donde las colas no sólo en Caritas, sino en los centros médicos, 24 horas de espera, con fiebre, tosiendo y enfermando más...Dios no ahorca, pero cómo aprieta...

    Perdona mi pesimismo, pero es que estos días han sido terribles...

    Besitos Joselo

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  9. Esto es una historia pero una historia que se repite con demasiada frecuencia hoy en día la clase media va desapareciendo, y si esto no se remedia la cola crecerá y crecerá.

    Un beso

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  10. Pues decía Guilermo Fesser que cuando Dios ahoga, aprieta pero bien. A veces nos pone pruebas que son difíciles de digerir.
    Un relato estremecedor, que espero que no hayan muchos más casos de estos. Muy buena historia, José.
    Saludos desde La ventana de los sueños.

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  11. una hisoria que por desgracia esta a la orden del dia

    un saludo

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  12. real como la vida misma, chiquillo... genial narrado josé.
    un besote y buen finde

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  13. Una historia real, una historia conmovedora, también preocupante porque muchas realidades también serán así. El número de parados sigue subiendo y ya sabes que yo (porque ya conoces mi forma de pensar) pongo el acento y la responsabilidad en una política económica muy conservadora y poco solidaria con el que menos tiene.
    Tu historia estupenda como todas las que escribes.
    Un beso

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  14. la realidad és que ni los politicos locales, autononicos estatales no tienen ni saben como coger el toro por los cuernos de tal forma que posiblemente las cosas aun pueden alargarse más..nos leemos

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  15. Lamentablemente estan ocurriendo historias asi en varias partes del planeta es el desafio de este milenio, pero esperemos que se solucione aunque no tengo esperanzas de que ocurra en un buen tiempo.

    Saludos
    Delphos

    http://delphosfriki.blogspot.com/

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  16. Hola..una estelar historia como la vida misma.. un saludote y bello fin de semana

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  17. Me gustan tus escritos, no sólo porque escribes muy bien, sino porque son historias reales, tan reales como la vida misma.

    Un beso.

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  18. Historia que tristemente se está viviendo cada día con más frecuencia.

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  19. Con el buen ritmo y lo bien que iba la historia, lo estropeas todo con el final de "siempre nos quedará Cáritas". No son tan caritativos, ¿sabes?

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  20. Un reflejo real, no por conocido menos triste.

    Buena semana, joselop!!

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  21. Joselop, por desgracia para todos el relato que cuentas es demasiado real... me ha gustado mucho leerte. Aunque siendo muy sincero me ha entristecido mucho tu historia, pues es el vivo retrato de la mayoría de las familias nacionales.

    Un fuerte abrazo, amigo.

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  22. Gregorio Toribio Álvarez : gracias, realmente intentaba reltar algo que ya está pasando en muchos más hogares de los que nos imaginamos.

    El chache : ahí radica parte del problema, nadie parece saber ponerle solución.

    ROSALIANM: gracias, eso intentaba.

    Esteban: cierto, quienes tienen la responsabilidad de solucionarlo, no lo hacen.

    Rosa: por desgracia así es la realidad. No se trata de una historia ambientada en la postguerra, sino en la actualidad.

    Alexandra: muchas gracias.

    ZAYADITH HERNÁNDEZ : todos tenemos que meditar bastante sobre las prioridades de la vida en momentos en que hay vecinos nuestros a los que empieza a faltarle el alimento.

    Leni: gracias por el aviso, cuando me entere y vea la bases, es muy posible que presente algo.

    maracuyá : saldremos de todo esto, siempre se sale de las cosas. pero hay que afrontarlas y no mirar hacia otro lado.

    lys : ahí radica el miedo, que como siga así muchos nos daremos los buenos días en la cola.

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  23. Anabel Botella : muy buen la frase de Fesser. Bienvenida a Age quod agis, espero que te pases con frecuencia.

    seo: por desgracia.

    Mª Ángeles Cantalapiedra: muchas gracias.

    Carmen: en realidad creo que no es el momento de discutir sobre ideologías, es el momento de ponerse manos a la obra para ñevantar todo lo que se ha venido abajo.Gracias.

    Jorge Martin : eso es lo inquietante, no ver a ninguno de nuestros dirigentes liderando la ilusión.

    Delphos : esperemos que llegue el fin más pronto que tarde.

    Balovega : gracias.

    María: las mejores historias son las que suceden en la vida misma, son las más fantásticas.

    Iraday: eso es lo peor.

    Petardy: sé que sí lo son.

    Lasosita: cierto, es muy triste.

    Chache : ahoora mismo la realidad es así de triste.
    Tenemos que conocer loo que sucede para que se afronte de cara.

    Muchas gracias a tods los que participais en Age quod agis, muy especialmente a quellos que lo enriqueceis con vuestros comentarios.
    Un gran abrazo a todos.

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