Impresiones al despertar de un sueño







¡Buenos días!

Mientras os escribo, una  paloma que se encuentra en el tejado se asoma curiosa por mi ventana; le llamará la atención que un hombre dormido aporree el teclado del ordenador. Hace unos minutos me encontraba en la orilla de un gran lago y bebía agua con ansiedad; tenía un león a mi derecha y una hiena a mi izquierda y me parecía lo más normal del mundo. Cuando aún no había apaciguado mi sed, vi la cabeza de un cocodrilo que asomaba por la superficie y se acercaba con gran lentitud. Sobresaltado, miré a un lado y a otro y vi que mis vecinos no se inmutaban, de modo que decidí hacer lo propio. Pero el cocodrilo abrió su inmensa boca y me atrapó. Me llevó hasta el fondo del lago mientras yo intentaba zafarme de sus fauces; recordé las escenas en que Tarzán se enfrentaba a los cocodrilos, pero no se trataba de una película. Cuando ya me faltaba el aire y comenzaba a resignarme a mi suerte, apareció el Nautilus precedido de un sonido estridente que imaginé que sería para espantar al cocodrilo.

Me ha despertado del sueño, al menos en parte, el sonido del teléfono: Jesús Reina me ha llamado para preguntar qué hay que hacer para ser profesor en Tanzania, ¿o sería otra cosa?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Recuerdos de un millón de vidas que viví contigo

Age quod agis

Despedida sin adiós