¡Recuerda la alegría; transmite alegría!
¡Buenas noches amigos!
Entre los recuerdos, usa los
tristes y dolorosos y no olvides el camino que te condujo a ellos para intentar
no repetirlo; sitúalos en un armario de tu mente que no tenga cerradura. En
cuanto a los que despiertan en ti una
sonrisa; los que te hablan de amistad y
de familia en momentos en que se comparte la felicidad; los que sacan tu lado
más tierno; esos, amigo mío, colócalos en grandes paneles luminosos. De ese
modo, lograrás ser una de esas personas
que desprenden alegría al dar los buenos días con una enorme sonrisa.
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