Miedo al plenilunio; noches de insomnio







Su influjo sobre mi alma provoca que, sin necesidad de estar dormido, mis pensamientos traspasen la barrera de lo onírico y vislumbre las peores de mis pesadillas: mejor que no la mire a la cara y no escriba su nombre.

Me esfuerzo en pensar que son noches que aman los cazadores de fotografías en un intento por robarle el alma; en que el regador, en las noches de plenilunio, se vale de su reflejo  para saber  a qué altura del surco ha llegado el agua...

Para mí son noches de insomnio.

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