La felicidad es efímera
La felicidad es un pájaro, que veloz, cruza tu campo de visión; intenta que te pille con el dedo en el disparador: es efímera.
Lo que un día te dio fuerza para emprender; aquello que te sirvió de motivación, desaparece un buen día de tu vida. Se esfuma y se pierde, tal vez para siempre. Tenemos que prepararnos para estos momentos en que la vida parece tragarnos y no sucumbir a la tristeza. La verdadera fuerza la tenemos en nuestro interior y no podemos depositarla en personas o situaciones concretas.
Tú eres fuerte y vales más de lo que piensas.
Has de atreverte a dar el paso que te separa del precipicio ante el que te encuentras, no necesitas un palito para emprender el vuelo: las alas son tuyas. Da rienda suelta a tus virtudes; desarrolla todo lo que llevas dentro sin miedo a nadie. Mide los riesgos. A tu alrededor encontrarás montones de ejemplos de personas que no son más que tú y lo único que los ha hecho sobrevolar tu cabeza es que un día dieron el paso ante el que te encuentras.
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