Consejos de un humilde escritor



Si osas escribir, muéstrate desnudo ante la bruma de críticas y alabanzas, pero mantén firmes tus raíces para que las nubes no te lleven ni la tierra te trague.
Si osas escribir, muéstrate desnudo ante la bruma de críticas y alabanzas, pero mantén firmes tus raíces para que las nubes no te lleven ni la tierra te trague.


Antes de comenzar a publicar aquello que escribes y que piensas que merece la pena compartir con el resto del mundo, has de tener en cuenta que es una acción que como todas en la vida, conlleva consecuencias.
Lo primero que escucharás serán palabras de sorpresa y grandes alabanzas. Habrá quienes te comparen con maestros de la escritura de todas las épocas: no hagas caso. Son palabras dichas con el corazón, con mucho amor y con el deseo de animarte con lo que parece una nueva afición en tu vida.
Conforme vuelvas a publicar, ya sea en tu perfil de Facebook, en Twitter o en un humilde blog como este desde el que os escribo, se fijará en ti gente que lleva más tiempo que tú escribiendo, incluso algunos que saben o creen saber escribir pero no llegaron a atreverse a dejar que el mundo contemplara sus obras de arte. Te llamarán osado; dirán que quién te has creído que eres para atreverte a publicar esas cosillas que escribes como si fuera alta literatura: no hagas caso.
Tanto de las alabanzas como de las críticas, quédate con el 10% más moderado; aproximadamente ahí se encuentra tu lugar. 
A pesar de que todos los que escribimos unas u otras cosas tenemos algo de egocéntricos, si la conservas, y si eres inteligente lo haces, no pierdas tu humildad: es la que te ayudará a no dejar de avanzar; a fijarte en los mejores y tomarlos como ejemplo; a tomarte la escritura en serio; y lo que no es menos importante, a no convertirte en un mediocre escritor incapaz de mejorar que se convertirá en un amargado como aquellos que te criticaron con firmeza cuando comenzabas a dar tus primeros pasos.





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